Ejecute más rápido Planifique
Ya sea que busques un PB o simplemente quieras sentirte más rápido en tus carreras, nuestro plan Run Faster te brinda la estructura, los entrenamientos y la motivación para desbloquear tu velocidad sin la presión del entrenamiento de carrera.

¿Qué es un plan para correr más rápido?
El plan Corre más rápido está diseñado para ayudarte a desbloquear la velocidad y la eficiencia, incluso cuando no estés entrenando para una carrera específica. Tanto si acabas de terminar una prueba, como si quieres recuperar la regularidad o simplemente te sientes preparado para afinar tu ritmo, este plan te proporciona la estructura y el equilibrio necesarios para seguir progresando.
En esencia, Run Faster trata de hábitos de entrenamiento inteligentes y sostenibles. Combinarás entrenamientos centrados en la velocidad, como intervalos y carreras a ritmo, con carreras largas que fortalecen la resistencia y carreras suaves que mantienen la recuperación en el buen camino. Juntos, esta mezcla mejora la economía de carrera, aumenta la confianza a ritmos más rápidos y te hace sentir más fuerte en todas las distancias.
A diferencia de los planes centrados en la carrera, Run Faster está diseñado para crecer durante todo el año. Tú eliges el volumen de entrenamiento y el kilometraje, y nosotros te guiamos a un ritmo que se adapte a tu estilo de vida. Las Contrarrelojes opcionales te permiten evaluar el progreso a lo largo del camino, para que puedas medir las mejoras sin la presión del día de la carrera.
Combinando entrenamientos estructurados con una recuperación inteligente, verás progresos tangibles tanto en velocidad como en resistencia, y ganarás confianza para afrontar cualquier reto que se te presente.

¿Por qué elegir nuestro plan para correr más rápido?
Sea cual sea tu punto de partida o tu objetivo de velocidad, te daremos todo lo que necesitas para ser más rápido y más fuerte.
Cómo empezar
Runna elimina las conjeturas del entrenamiento de velocidad. Desde tu primer intervalo hasta tu carrera más rápida, sabrás exactamente qué hacer y cuándo hacerlo.
Elige tu plan
Cuéntanos tu nivel de forma física y tus objetivos, y diseñaremos un plan que aumente el ritmo, la potencia y la confianza, todo ello adaptado a tu horario.
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Alcanza ese objetivo
Sigue tu plan y desbloquearás nuevos engranajes: mayor velocidad, zancadas más fuertes y la fuerza para correr más allá de tus límites.
Explicación de los entrenamientos
Tu plan para correr más rápido incluye una mezcla de sesiones, cada una con un objetivo claro. A continuación te explicamos qué son y cómo te ayudarán a ganar velocidad.
Consejos para tu correr más rápido plan de entrenamiento
Estos consejos respaldados por expertos te ayudarán a entrenar de forma más inteligente, evitar lesiones y mantener la motivación. Desde el ritmo y la recuperación hasta el equipo y la mentalidad, descubre solo una pequeña muestra de todos los consejos, información nutricional y asesoramiento de entrenamiento que tendrás a tu alcance con un plan de entrenamiento Runna.
Nutrición
Entrenar más para ser más rápido impone nuevas exigencias a tu cuerpo, y lo que comes juega un papel importante en la forma en que te adaptas. Repostar de manera inteligente te ayuda a recuperarte más rápido, a realizar sesiones de alta calidad y a mantener tu energía estable durante toda la semana.
- Proteína: Priorízalo a diario para reconstruir y fortalecer los músculos después de las sesiones de velocidad. La carne magra, el pescado, los huevos, los productos lácteos o las fuentes vegetales funcionan mejor.
- Carbohidratos: Su combustible principal para correr más rápido. Come más antes de los entrenamientos de intervalos o de ritmo para rendir al máximo. Consume carbohidratos complejos como la avena, la quinua, el arroz, las batatas y la fruta para mantener la energía.
- Grasas saludables: El aguacate, los frutos secos, las semillas y el aceite de oliva favorecen la recuperación, la salud de las articulaciones y el equilibrio hormonal, algo esencial cuando la intensidad es alta.
Nutrición previa a la contrarreloj
Si utilizas una contrarreloj para comparar tu progreso, aliméntalo como si fuera una carrera corta:
- Coma una comida rica en carbohidratos de 2 a 3 horas antes.
- Reduzca la grasa, las proteínas y la fibra para evitar una digestión lenta.
- Consume alimentos que ya hayas probado durante el entrenamiento, sin sorpresas ese día.
- Un pequeño refrigerio con carbohidratos más cercano al esfuerzo puede darte un impulso final de energía, pero solo si es algo que sabes que funciona para ti.

Entrenamiento mixto y de fuerza
Para correr más rápido, tu cuerpo necesita algo más que sesiones de velocidad: necesita la fuerza y la resistencia necesarias para soportarlas. Ahí es donde entran en juego el entrenamiento mixto y el trabajo de fuerza. Juntos, ayudan a correr más rápido aumentando la potencia, mejorando la eficacia y reduciendo el riesgo de lesión.
Entrenamiento mixto: Actividades como el ciclismo, la natación o el remo aumentan la forma física aeróbica sin el esfuerzo de hacer kilómetros de más. Fortalecen tu corazón y tus pulmones, dan un respiro a tus articulaciones y añaden variedad que mantiene fresco el entrenamiento. Utilizado en los días de recuperación, el entrenamiento mixto te permite mantenerte activo a la vez que proteges tus piernas para las sesiones más duras, que son las que más importan.
Entrenamiento de fuerza: La sala de máquinas de la velocidad. Fortalecer los glúteos, los isquiotibiales, los gemelos y el tronco mejora la potencia de la zancada, la postura y la economía de carrera, lo que significa que correrás más rápido con menos energía desperdiciada. Incluso 1-2 sesiones concentradas a la semana pueden afinar la mecánica, reducir la fatiga al final de los entrenamientos y darte la fuerza explosiva para alcanzar ritmos más rápidos.
Con Runna, la fuerza y el entrenamiento mixto se integran perfectamente en tu plan, de modo que cada sesión complementa tu trabajo de velocidad en lugar de competir con él.

Mantenimiento del ritmo
Correr más rápido no consiste en esprintar en cada sesión, sino en aprender a controlar y distribuir tu esfuerzo para que la velocidad sea sostenible. El ritmo es el puente entre la forma física bruta y el rendimiento real.
La clave es comprender la intensidad.
Las sesiones duras no son sprints a toda velocidad; son esfuerzos medidos diseñados para elevar tu techo sin romperte. Los intervalos enseñan velocidad, los tempos aumentan la resistencia a intensidades más altas y las carreras fáciles mantienen la forma física aeróbica, pero lo que marca la diferencia es el ritmo que les imprimes.
Piensa en el ritmo como tu ritmo: demasiado rápido al principio y te agotarás, demasiado conservador y perderás tu potencial. El punto dulce es empezar controlado, asentarse en un esfuerzo fuerte pero sostenible, y reservarse lo justo para terminar con fuerza.
Practicar esto a lo largo de las sesiones de entrenamiento crea la disciplina mental necesaria para saber cuándo contenerse y cuándo empujar, de modo que correr rápido resulte natural, no forzado.
Con Runna, cada entrenamiento incluye objetivos de ritmo claros y adaptados a tu forma física, para que sepas exactamente cuándo contenerte, cuándo apretar y cómo terminar con fuerza.

Formulario
Tu técnica de carrera es una parte clave para desbloquear la velocidad. Funcionar eficazmente lo hará:
- Minimiza el derroche de energía para que puedas mantener ritmos más rápidos durante más tiempo.
- Reduce la tensión del impacto en músculos y articulaciones durante los esfuerzos más duros.
- Menor riesgo de lesión, especialmente a medida que añades más sesiones de tempo e intervalos.
La forma es importante en todas las distancias, pero en el entrenamiento de velocidad es la diferencia entre alcanzar tus splits y desvanecerte tarde.
- Corre erguido con una postura fuerte y los hombros relajados.
- Mantén zancadas rápidas, ligeras y eficaces en lugar de largas y pesadas.
- Impulsa los brazos con fuerza para igualar el giro de las piernas.
- Mantén la cara, las manos y la mandíbula relajadas para conservar la energía.
Concéntrate en la forma durante los intervalos, los tiempos y las fases finales de las carreras más largas, cuando la fatiga hace que sea más difícil mantenerla. Con el tiempo, estos pequeños ajustes se convertirán en hábitos que te harán más rápido y resistente.
Recuerda: Piensa en la forma como tu base para la velocidad: la eficacia de hoy es lo que te permite esforzarte más mañana.

Recuperación
El aumento de la velocidad no viene sólo de los entrenamientos, sino de la adaptación posterior de tu cuerpo. La recuperación es lo que te permite afrontar sesiones más duras, mantener la constancia y seguir aumentando el ritmo sin lesionarte.
Áreas clave en las que centrarse:
- Duerme: Procura dormir entre 7 y 9 horas. Es entonces cuando tu cuerpo reconstruye las fibras musculares, equilibra las hormonas y bloquea los beneficios del entrenamiento de velocidad.
- Trabajo de movilidad: El yoga, el pilates o los estiramientos dinámicos mejoran la flexibilidad y mantienen tu zancada suave tras duras sesiones de intervalos o de tempo.
- Masaje & herramientas: Los rodillos de espuma, las pistolas de masaje o el masaje deportivo pueden liberar puntos tensos y ayudarte a recuperarte más rápidamente entre esfuerzos duros.
- Nutrición & hidratación: Los carbohidratos reponen el glucógeno para que estés listo para la siguiente sesión, mientras que las proteínas reparan el daño muscular. Mantente hidratado durante todo el día, no sólo después de entrenar.
- Recuperación activa: El movimiento ligero, como caminar, nadar o montar en bicicleta, estimula la circulación, elimina la fatiga y mantiene tus piernas frescas.
- Flexibilidad: Escucha a tu cuerpo. Si la fatiga persiste, cambia o sáltate una sesión. Mantener la constancia durante semanas es más importante que forzar un entrenamiento.

Engranaje
El equipo adecuado no te hará más rápido por sí solo, pero los pequeños cambios en comodidad y eficacia se suman cuando tu objetivo es la velocidad.
- Zapatos: Tu herramienta más importante. Elige un par bien amortiguado para el kilometraje diario a fin de proteger tus piernas, y considera una zapatilla ligera y con capacidad de respuesta (o una "superzapatilla" de carbono) para entrenamientos más rápidos o contrarrelojes. Aplástalos siempre antes de probarlos a velocidad.
- Ropa: Los tejidos técnicos evacuan el sudor, reducen las rozaduras y regulan la temperatura durante las sesiones más duras. Cuanto menos te distraigas, más concentración podrás poner en alcanzar tus ritmos.
- Reloj o localizador GPS: Cuando se trabaja con la velocidad, los datos importan. Un reloj GPS o una aplicación para correr te permiten controlar los intervalos, los parciales y el progreso general, ayudándote a marcar el ritmo correcto de las sesiones. Runna se sincroniza perfectamente con Garmin, Apple Watch, COROS y Strava.
- Accesorios: Un cinturón o brazalete ligero mantiene lo esencial cerca sin romper el ritmo. En los días calurosos o en las carreras más largas, el equipo de hidratación te ayuda a mantenerte alerta.
- Protección solar: Un protector solar de factor de protección solar alto, un sombrero o unas gafas de sol hacen que las sesiones de velocidad en condiciones de mucha luz sean más cómodas y sostenibles.
Regla de oro: pruébalo todo en el entrenamiento. La comodidad, la sujeción y la confianza en tu equipo te permiten centrarte plenamente en la velocidad, no en las distracciones.

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Historias de Runnas
Preguntas frecuentes: Todo lo que necesitas saber para correr más rápido
¿Cómo puede un plan de entrenamiento ayudarme a correr más rápido?
Correr más rápido no consiste sólo en esforzarse más, sino en entrenar de forma más inteligente. Un plan estructurado combina sesiones de velocidad, carreras de resistencia y recuperación para ayudarte a aumentar gradualmente el ritmo sin quemarte. Con el tiempo, este equilibrio mejora la eficacia, aumenta la fuerza y te permite mantener velocidades más rápidas con seguridad.
¿Cuánto tardaré en ver resultados?
La mayoría de los corredores notan mejoras en 6-10 semanas, aunque esto depende de tu forma física actual y de tu experiencia.
Los principiantes suelen progresar más deprisa, mientras que los corredores experimentados pueden notar que las ganancias tardan más en acercarse a su potencial. La clave es la constancia: sigue el plan y los resultados llegarán.
¿Cuántas veces a la semana debo entrenar para ser más rápido?
Normalmente de 3 a 5 sesiones por semana. El número adecuado depende de tu forma física, tus objetivos y tu horario. Es más importante entrenar con constancia y permitir una recuperación adecuada que correr todos los días.
¿Necesito hacer entrenamiento de fuerza para ser más rápido?
Aunque el entrenamiento de fuerza no es una necesidad absoluta, sin duda puede impulsar tu rendimiento carrera, ya que mejora la estabilidad y la fuerza y reduce el riesgo de lesión. Incluso una o dos sesiones cortas a la semana pueden impulsar mucho tu progreso.
Correr más rápido y las lesiones: ¿Qué debo hacer si me estoy recuperando de una lesión?
Si te estás recuperando de una lesión, el paso más importante es volver gradualmente y escuchar a tu cuerpo.
Consulta a un profesional sanitario (como un fisioterapeuta) para asegurarte de que estás preparado para volver a correr, y empieza con sesiones más cortas y sencillas antes de reintroducir entrenamientos más rápidos. Saltar directamente al entrenamiento de velocidad puede ponerte en riesgo de sufrir contratiempos, por lo que la paciencia es la clave.
Con Runna, puedes cambiar a un plan postlesión para recuperar tu forma física de forma segura, y una vez que vuelvas a sentirte fuerte, pasar a un plan Corre más rápido para seguir mejorando tu ritmo.
¿Pueden los principiantes utilizar un plan para correr más rápido?
Por supuesto Nuestros planes se adaptan a tu capacidad.
Si eres nuevo en el running, empezarás con intervalos más cortos y distancias manejables. Con el tiempo, las sesiones se acumularán de forma segura para que puedas mejorar tu ritmo sin sentirte abrumado.
¿Qué debo hacer si me siento demasiado cansado o dolorido?
Escucha a tu cuerpo: el descanso forma parte del entrenamiento. Si estás inusualmente fatigado o dolorido, tómate un día extra de recuperación o cambia la carrera por un paseo o un estiramiento. Un sueño de calidad y una buena alimentación son tan importantes como los kilómetros que corres.
Mantener la constancia durante semanas es más importante que forzar un entrenamiento.
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